Roberta Rovira es una hija orgullosa de padre andaluz y madre catalana. Ferviente defensora de la educación pública, donde ha seguido todos sus estudios. Toda su vida académica y profesional la ha dedicado a proyectos de investigación. Ahora, al llegar a los cincuenta ha decidido que es hora de que el mundo conozca también su lado más humano. Deja atrás años de carácter tímido y reservado y abre una nueva etapa de su vida, con penas y alegrías, aventuras y dramas, confesiones y críticas, pero siempre con humor y sentido de la aventura.