A muchas personas se les da muy bien la escritura. Tienen una muy buena redacción, buen manejo gramatical y un conocimiento correcto de las reglas ortográficas. No obstante, hay una gran diferencia entre escribir muy bien y ser escritor.
Muy pocos privilegiados nacen con la capacidad innata para la escritura creativa y el manejo de la narrativa. La gran mayoría de los autores pasan por un proceso de perfeccionamiento que les brinda la base técnica y teórica necesaria para desarrollar un estilo propio.
Algunos estudios universitarios, como periodismo, literatura, filología y otras ramas de las letras, pueden dar un marco teórico importante. Sin embargo, en la mayor parte de casos, suele ser necesario realizar una formación específica en escritura creativa que permita darnos una buena base para el inicio en nuestra carrera como escritores.
¿Cómo elegir un curso de escritura creativa?
Hoy en día la oferta de cursos de escritura es muy amplia. Podemos encontrar desde cursos gratuitos ofrecidos por ayuntamientos en sus programas culturales, hasta aquellos impartidos por autores de reconocido prestigio. Además, en medio de estos casos, podemos encontrar decenas de opciones por internet.
Hay cursos gratuitos, formaciones muy económicas y seminarios que cuestan miles de euros. ¿Cómo saber cuál es la mejor? Un curso de escritura no es mejor que otro simplemente por el hecho de ser más caro, por impartirse en mejores instalaciones, (físicas o digitales), o por la simple fama de sus ponentes. Hay muchos más factores que son imprescindibles tener en cuenta. Entre ellos, podemos señalar los que recogemos en este artículo.
Debe estar bien estructurado
Debe tener una estructura definida, unos objetivos marcados, un tiempo establecido por clase y unos niveles de desarrollo bien planteados.
Toda esta información ha de estar disponible desde el primer día y tendría que ser lo más clara posible. Muchos cursos no presentan una estructura académica formal definida en bloques teóricos y prácticos, sino que dejan a «sobreentender» que se trabajaran muchos contenidos que no se explicitan.
Es importante contar con un temario claramente estructurado y comprensible por cualquier alumno; saber qué se va a aprender y cuándo se hará en la dimensión teórica. Así como saber qué se va a practicar y cómo va a ser la dinámica de los ejercicios.
Pocos alumnos por clase
Las clases pequeñas de pocos alumnos permiten prestar mayor atención al progreso individual. No existe un número ideal de alumnos por clase, ya que dependerá de muchos factores. No es lo mismo una formación virtual que física, ni un curso de introducción a la escritura de cuentos, que uno de perfeccionamiento em un ámbito concreto de la escritura.
De cualquier manera, es importante conocer la estimación de alumnos dentro de la formación y el nivel de implicación del profesorado con el alumnado. Esto te ayudará a saber hasta qué punto tendrás una interacción con el equipo docente, así como a saber hasta qué punto podrás sacarle partido a la parte práctica.
El curso ha de adaptarse a tu nivel
Como acabamos de ver, no es lo mismo un taller de escritura creativa que un máster universitario en escritura, estilo y creatividad. Por tanto, es importante que seas consciente del nivel en el que te encuentras y que selecciones el mejor curso que se adapte a tu nivel en el momento actual.
Con teoría y práctica
Los aspectos teóricos de la escritura y la narrativa son muy importantes. Sin embargo, si esta teoría no puede ser desarrollada al mismo tiempo que se recibe, la formación pierde gran parte de su valor.
Aquellos cursos que fomentan la práctica mediante el desarrollo de textos propios del alumnado permiten: corregir las propias fallas, mejorar las formas y desarrollar un estilo propio de cada escritor en potencia. Aspecto que nos lleva al punto siguiente.
Cursos personalizados
Además de la formación grupal, un buen curso de escritura ha de contar con sesiones individuales de coaching literario. Estas sesiones individuales, podrán mejorar nuestras fallas y desarrollar nuestra identidad como autores. Resultan fundamentales y pueden ser un auténtico revulsivo para nuestro crecimiento como escritores.
Cómodo y flexible
A menos que nos apuntemos a un curso de escritura como única actividad del día, todos de los asistentes suelen trabajar y/o tener otras actividades personales. Un buen curso, debe permitirnos, en la medida de lo posible, recuperar clases perdidas, deberes y avances prácticos.
En este sentido, los talleres y cursos online de escritura destacan, ya que permiten tener un repositorio con todos los contenidos, y muchos de ellos graban las clases grupales. Por otra parte, el sistema de entrega de prácticas y ejercicios es realmente flexible.
Los talleres presenciales no tienen tal capacidad de adaptación, pero permiten una interacción muy directa entre alumno y profesor, y en muchos de ellos se utilizan plataformas virtuales tanto para la entrega de materiales formativos, como medio de comunicación.
Conclusión
Los cursos de escritura son formaciones muy útiles en nuestra carrera como escritores, nos permiten definir un estilo de escritura, nos orientan sobre los tonos de escritura de acuerdo al público objetivo y nos dan muchos consejos prácticos. Además, nos ayudan a compartir experiencias con otros escritores, editores y autores consagrados.