La lectura es uno de los hábitos más frecuentes en la población de nuestro país. Según la Federación de Gremios de Editores de España, el 68,7% de la población dedica una parte de su tiempo a una de las prácticas que más ventajas aporta al ser humano. La lectura no solo contribuye a mejorar la formación de cada lector, además estimula la concentración, mejora la expresión, aporta una mayor destreza en el lenguaje y aumenta considerablemente la empatía.
Desde que se imprimió el primer libro entre 1449 y 1450 por Johannes Gutenberg, ha habido infinidad de ejemplares que han logrado que nos adentremos en sus páginas para vivir fantásticas historias. En la actualidad, cuando nos disponemos a disfrutar de la lectura, tenemos dos formas de hacerlo: tomando entre nuestras manos un libro en formato papel o en formato digital.
Aunque hace relativamente poco que los libros electrónicos son una alternativa real a los libros de papel, hace ya más de 50 años que se creó el primero. A priori, puede parecer una opción preferible, pues cada vez estamos más sumergidos en el uso de la tecnología para los distintos ámbitos de nuestras vidas. Ahora bien, frente al formato tradicional, el libro en digital, a pesar de todas las bondades que comporta, conlleva también cierto aspectos que merecen tenerse en cuenta, y que no siempre se mencionan.
Los lectores eligen el papel
Por normal general los lectores españoles siguen prefiriendo el formato papel, ya que les permite una lectura más inmersiva que el formato digital. Según el mismo estudio de la Federación de Gremios de Editores de España al que aludíamos antes, no solo se prefiere el formato papel de media, sino que el principal canal de compra de libros sigue siendo la librería tradicional, seguido de Internet.
Si trasladamos estos datos a números, el 29,1% de la lectura se realiza en formato digital, por lo que el papel representa a día de hoy más de un 70% del consumo total de lectura. A este dato habría que unir que el 73,3% de los libros leídos eran de literatura.
Cuestión de sensaciones
A pesar del uso cotidiano que hacemos de la tecnología, para adentrarnos en una historia de ficción, por lo general, se prefiere hacer en formato papel. Un libro puede tocarse, olerse, sentirse, y cada ejemplar comporta una experiencia única.
El tipo de cubierta, la familia tipográfica empleada, el grosor del papel o la maquetación, crean una experiencia única de lectura para cada obra y edición; estos pequeños detalles lo convierten en una experiencia irrepetible. Por su parte, el libro digital homogeneiza estas sensaciones. Todos los libros en apariencia son idénticos, solo cambia el contenido. La magia de la edición se diluye.
No encontrarás tu libro en librerías
Cuando soñamos con publicar nuestro primer libro, es imposible no pensar en el hecho de acudir a nuestra librería de referencia a comprarlo. Con una autoedición en formato papel, los lectores pueden encargar tu libro en su librería preferida y recogerlo en uno o dos días. De esta forma, la experiencia de compra y lectura crean un vínculo más fuerte.
Si solo publicas tu obra en formato electrónico, pierdes esta oportunidad. Podemos decir que el proceso es más frío, más impersonal, no existe ese lazo de unión entre obra-librería-autor.
No te olvides del lector electrónico
Los lectores habituados al formato electrónico necesitarán un dispositivo para poder leerlo, además de una conexión a internet, así como el archivo en el formato apropiado de lectura. Por más evidente que parezca, para muchos lectores supone un cierto rechazo. El formato tradicional no necesitará de un dispositivo extra, ni conexión a internet ni recargar la batería.
Además de las distintas conexiones necesarias, el lector deberá tener ciertos conocimientos tecnológicos para poder utilizar este formato con comodidad.
Averías y la siempre presente batería
¿Imaginas estar viviendo la historia en tu mente y que tu dispositivo sufra una avería? Sí, aunque no muy frecuente, es posible. También debe mencionarse la necesidad de contar con una batería con un buen nivel de carga. Con un libro de papel no tendrás esta necesidad.
Un libro es el mejor regalo
Un libro siempre es un acierto para los amantes a la lectura. Un cumpleaños, un aniversario, Navidad… Cualquier ocasión es perfecta para este tipo de regalos.
El formato tradicional puede ser debidamente envuelto para regalar y el afortunado/a tendrá la sensación de haber obtenido un regalo, además de poder leer una dedicatoria expresamente escrita. En el caso del libro digital, será una tarjeta, un código, un enlace en el que deberá ingresar para adquirirlo sin poder acceder al mismo en el momento.
Piratería, un mal cada vez más frecuente
Un libro electrónico es un objetivo bastante sencillo de piratear para aquellos que se dedican a utilizar el trabajo de otros para su propio beneficio. Hay decenas de portales en internet repletos de libros pirateados, sin que sus autores puedan defender sus derechos de autor. El libro en formato papel, supone un mayor trabajo y con ello, un serio impedimento de ser pirateado. En digital, la obra siempre está expuesta a que la corten, copien, peguen, tergiversen, etc., sin que puedas hacer nada para impedirlo.
Pérdida o robo
En caso de pérdida o robo, si te sustraen el libro de papel, el importe económico de la pérdida será considerablemente inferior al que sufrirás si te sustraen un libro electrónico, pues al importe del ejemplar hay que añadir el del dispositivo de lectura.
Tu libro en papel y en digital
Tanto las ediciones en papel como en su vertiente digital tienen sus ventajas y desventajas. En este caso hemos querido mostrar los aspectos más ocultos que la mayoría de editoriales de autoedición no suelen mencionar. El libro digital tiene una gran visibilidad desde hace unos años en gran medida debido a las campañas de marketing, sin embargo, la edición en papel sigue siendo la elegida por más del 70% de los lectores.
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