Una frase repetida hasta la saciedad desde tiempos inmemoriales dice: “en la vida hay que hacer tres cosas antes de morir: escribir un libro, plantar un árbol y tener un hijo”. En las dos últimas no podemos ayudarte pero para la primera te ofrecemos este artículo.
Escribir un libro es una de esas cosas que a la mayor parte de la gente le gustaría pero que no lo hace por dificultad, porque parece complicado, utópico, farragoso y casi imposible. En cambio, escribir no es más que un trabajo práctico e imaginativo en el que el orden y la organización son fundamentales.
En este artículo te mostramos una serie de pautas para mejorar tu nivel de escritura o para que, si nunca has escrito nada pero quieres escribir, le pierdas el miedo a ello y ataques al folio (o pantalla) como si no hubiera un mañana.
1. Planificar tu libro
En primer lugar, previo a desarrollar todo nuestro potencial creativo, es fundamental planificar todo el libro. Podemos hacerlo a modo de esquema, documento informativo, dibujo o de la forma más clarificadora que encontremos.
La cuestión es condensar y aclarar el tema del que queremos hablar, el tono que vamos a darle, qué mensaje va a ir detrás (o moraleja, llámalo como quieras). Si lo tenemos claro, tampoco está de más esbozar una idea general de la trama con los personajes iniciales, todo esto modificable en el futuro.
2. Documentación
Una vez tengamos más o menos clara la idea general de nuestra historia hay que documentarse en profundidad acerca de los temas que tengan que ver con ella. En principio creemos que para escribir solo hace falta imaginación, pero la realidad es que la documentación es el punto más importante a la hora de escribir una novela.
Deberemos estar alerta las 24 horas del día (o las 14 horas que estemos despiertos) acerca de puntos clave que nos puedan interesar para meter en la novela. También, si el tema requiere de una información histórica o contextual, deberemos leer y empaparnos acerca del tema o contexto en cuestión.
Durante esta etapa tenemos que tener el libro en la cabeza siempre. No solo significa informarse acerca de todo lo relativo al contexto, sino estar atento a todo lo que nos rodea y lo que vemos, leemos o escuchamos con el fin de captar posibles ideas para personajes, localizaciones, situaciones…
3. Recopilación de información
Recoge y criba todos los frutos que el proceso de documentación te aportó. Este paso es importante puesto que te ayudará a organizar mejor tu libro y adaptarlo a la realidad y darle una forma más completa.
Organiza mejor y más al detalle los personajes, los escenarios y las tramas. En este punto sirve en gran medida continuar leyendo a escritores de los cuales puedas empaparte y que te aporten ideas nuevas al libro.
Además, aléjate casi por completo de todos los estereotipos, clichés e ideas preconcebidas que haya. Si quieres tratarlos puede ser recomendable tratarlos desde el punto de vista cómico, exagerado y crítico. Los estereotipos solo banalizan y aplanan la novela, busca siempre la profundidad y el contraste.
4. Proceso de escritura
En este punto deberemos exprimir todo el jugo obtenido y macerado previamente en nuestra cabeza. En primer lugar es importante desarrollar casi al completo nuestro libro. Dar rienda suelta a la imaginación y no dejarnos en la cabeza ninguna palabra ni ninguna idea por escribir.
Si te ves cohibido a la hora de escribir, puede ser una buena idea apuntarse a cursos de escritura creativa. Estos cursos te ayudarán a sacar el máximo partido a tu mente y harán que des el 100% en tu novela. Además, te guiarán y orientarán durante todo el proceso.
No te preocupes por la ortografía, la gramática ni por la extensión del libro en el primer borrador. De lo único que se trata es de escribir y escribir, y escribir, y escribir… y una vez hayas escrito todo lo que tuvieses que escribir, comienza a desechar y a retocar.
En cuanto al tiempo de escritura, existe gente que opina que solo hay que escribir cuando se tiene motivación, otra que dice que hay que escribir 8 horas diarias a rajatabla. Nosotros confiamos en tu criterio y proponemos que te marques un objetivo realista el cual vayas a cumplir sí o sí.
5. Revisión
Una vez tengas escrito, revisado y corregido el borrador de tu libro déjalo curarse, como un buen jamón. Guárdalo un tiempo y evádete de él. Continúa tu vida durante un par de meses y, una vez hayan pasado, coge de nuevo el libro y léelo. Dáselo a alguien de confianza, si puede ser crítico mejor, que lo lea.
Una vez recopiles tu información y la del primer (o primeros) lector (o lectores), adapta lo que creas conveniente adaptar. Resulta importante añadir que toda crítica es subjetiva, por lo que es importante no caer en la hipercorrección. Evita cambiar al completo tu novela, solo ciertos matices concretos, no le des la vuelta.
6. La edición
Una vez el borrador final esté terminado, con todo el trabajo que te ha costado querrás publicarlo. Existen multitud de editoriales a las que enviar tu borrador, y te responderán en un plazo de 3-6 meses. Otra opción factible es la autopublicación.
Todas ellas te maquetarán el libro y desarrollarán la portada. En cuanto a los derechos de autor y trámites legales también se encargarán. En este último paso casi que no tendrás que preocuparte casi por nada. Si eres avispado y activo, podrás complementar este trabajo moviendo tu libro por redes sociales y ferias.
Desde ediciones ende, esperamos que todas estas claves te sirvan para escribir todos tus trabajos. En el caso de que tu deseo sea la autopublicación, estaremos dispuestos a escucharte y a proponerte el mejor presupuesto que tengamos, adaptado a tus necesidades y deseos. Si te apetece, consúltanos sin compromiso.