Andanzas y cavilaciones de Alonso Quijano

Andanzas y cavilaciones de Alonso Quijano nos ofrece un conjunto de relatos novelados de los sucesos y peripecias acaecidos al ingenioso hidalgo manchego cuando tuvo que retirarse a su aldea, desarmado y melancólico, tras el adverso desafío de Barcelona y el azotesco desencanto de Dulcinea. Veremos cómo don Quijote (ahora ya Alonso Quijano) y Sancho (casi el mismo de siempre), por atajar terrenos y dilatar razones, eligen nuevos rumbos en su viaje de regreso y se demoran en asuntos particulares poco noticiosos y sin lustre caballeresco. Podemos pensar con fundamento que Cervantes se dejó en el tintero muchos episodios pacíficos y sustanciosas pláticas de esta última etapa de la vida de sus personajes, acuciado por la urgencia de cerrar la edición de 1615. Y estos son precisamente los contenidos narrativos rescatados del olvido gracias a los apuntes que el Cura (Curiambro) dejó escritos y guardados en la Rectoría de Infantes, y que ahora han sido ordenados y puestos en solfa por el autor de esta edición. Aunque el lenguaje sea un tanto arcaico al modo del siglo XVII y, en ocasiones, vulgar al modo rústico popular, la obra no ofrecerá dificultades para una lectura relajada sin ayuda de diccionario, teniendo en cuenta, además, que se añaden notas aclaratorias sobre aspectos literarios o históricos al final de cada capítulo.