La obra que se ofrece es una intensa trama con comienzo insidioso y acabar sorpresivo.
Se trata de un relato pleno de peripecias y también reflexiones. Actos extraordinarios tomados por comunes y todo lo contrario. Brillan querer y el odio, (no suelen separarse), la maldad y nobleza, mesura y desenfreno, un vasto mercadillo, como la vida misma.
Interviene una secta de tendencia endiablada. Autores de desmanes y acciones deplorables. Impulsores del caos y miedo insuperable.
Como socia la Iglesia jugando al desconcierto en el acto primero, más tarde autoritaria con plena desvergüenza. Quizás en su dispensa, la institución ajena y cargos relevantes usando y abusando de su reputación sustentada en la Cruz.
La falta de conciencia y carga de sadismo, lo llevan en sus genes. La vileza en su frente.
El gobierno, implicado en diversas facetas, ofrece cobertura con suma complacencia.
Molesta en grado sumo un ser contestatario. No acepta su programa e incluso planta cara. La decisión, palmaria, un número a “purgar”. Su posición es alta y goza de ascendiente entre la población. Existe parentesco con miembros destacados del dominante clan, amén de otros reparos.
Paradójicamente, los últimos detalles incrementan las ganas y… la necesidad.
El caso es que el “ansiado” escapa a los asaltos a través de un espejo, en trance inenarrable pasando a otro universo, planeta paralelo o acaso dimensión por tierna sugerencia de una mujer divina o ente singular que, amante, le reclama.
Pasarán un periodo de indecible ventura retornando a su inicio. Ya no se dejarán.
Su mundo le convoca. “No se puede negar”.
La vuelta le conduce a una pugna constante con el grupo maldito que prueba preocupado su “acerba” medicina.
Es un choque continuo con lances sorprendentes e inauditos secretos que desvelan motivos y amargos sucedidos durmiendo en el olvido.
Preciso señalar que en ese medio extraño con frontera al cristal, pudo el protagonista, sentir profundamente a un “Todopoderoso”, la marca fue indeleble.
De una manera u otra, se resuelve el conflicto… aunque suena inconcluso por hechos insondables dados a posteriori sin afectar al clima ni dar continuidad.
Es la culminación de un tema que en esencia podría encasillarse en el género intriga con dosis abundantes de libre fantasía.