Es irónica y huidiza como bien refleja su nacimiento un 29 de febrero en la década de los ochenta en Salamanca, Sanz estudió económicas y relaciones internacionales para dedicar su vida a algo diametralmente opuesto como la asesoría de imagen y la publicidad empresarial.
Ingenio picante y crítico orientado a la poesía demente y a relatos de autoayuda. Una vida marcada por altas dosis de objetividad y fresca realidad que refleja en cada uno de sus textos tomados por ella misma como un respiro de humor para la seriedad.