Nacido en Villarejo de Órbigo (León), descansa ya en el cementerio de aquella localidad, en la que transcurrió su infancia. De 1933 a1937 residió en Llanes como Veterinario Municipal, su profesión.
Sin embrago fue la poesía el norte de su vida, compartida con el ajedrez, en el que alcanzó el título de Maestro Internacional y el Subcampeonato de España en 1953. Él había dicho en cierta ocasión:
<<El ajedrez me ha gustado sobre todo como arte. El juego combinativo, sorprender al contrario con algo que no pueda ni soñar. Dios ha dado a cada persona una cuota de tiempo para perderlo, y el ajedrez es maravilloso para dedicarle ese tiempo. Fomenta el intelecto, la prudencia, la fantasía, la creación, ayuda a que los jóvenes no se descarríen>>.
Reseña en el diario “El Oriente de Asturias” el 16 de noviembre de 2001